Existen dos tipos de envejecimiento de la piel, el intrínseco y el extrínseco:
Envejecimiento intrínseco
A medida que envejecemos, también envejece nuestra piel. Este tipo de envejecimiento es totalmente natural y no hay nada que se pueda hacer al respecto. Se lo conoce como envejecimiento intrínseco (o cronológico). El envejecimiento intrínseco es provocado por factores internos como la genética y los cambios hormonales que ocurren en las distintas etapas de la vida.
Envejecimiento extrínseco
El envejecimiento extrínseco, por otro lado, es controlable. Este es provocado por factores externos como el ambiente (condiciones climáticas y exposición UV), estilo de vida (como fumar o beber alcohol) y la medicación.
Cuando la piel envejece de manera extrínseca desarrolla signos de envejecimiento más rápido de lo esperado, por lo tanto, el envejecimiento extrínseco de la piel es comúnmente conocido como envejecimiento prematuro. Las investigaciones demuestran que el 90% de los síntomas del envejecimiento prematuro de la piel están causados por la exposición a los rayos UV*.
Cuando el envejecimiento prematuro es causado por la exposición UV y la luz solar en general, se lo conoce como fotoenvejecimiento.
*Fuente: Ramos-e-Silva et al., ‘Anti-aging cosmetics: Facts and controversies’. (Cosméticos Anti-Edad: verdades y controversias) Clin Dermatol. 2013 Nov-Dic; 31(6): 750-8.